1.14.2010

Roomies...

La ciudad de méxico lleva una semana amaneciendo helada, me encantan esos días en los que quedarse en la cama no es un pretexto sino una necesidad.Desde que recuperé mi celular ha sonado muchísimo tooodo el tiempo; todo el mundo busca calle, tragos, pláticas, cafés, ayuda, películas, estoy cansada de escucharme a mí misma hablando con los demás. Sí, sonaba y sonaba pero nunca era la llamada que yo quería, ésa por la que contestaba irritada el celular hastiada de que alguien más que no era él hablara. Mis pretextos para no ver a nadie evolucionaron empezando por el polite "Debo hacer family things, ya sabes." pasando por el "No money, thanks" y hasta el: "que no". Lo curioso es que hace unos días llamaste pero ya no me interesó, al contrario, me encabronó que hablaras y me valió madres que insistieras. So long?No sé.

Tobías ha cansado uno por uno a los miembros de mi familia y ahora lo han mudado a mi cuarto. Mi roomie y yo nos escondemos del frío hasta que los riñones nos duelen y nos obligan a salir de nuestro refugio para ir al baño o si ya empezó la película que habíamos esperado toda la semana o porque él sí tiene que ir a la escuela porque es burro y malcriado.

Así los últimos días los he vivido como la Sañora Piaf cantaba:

"Je ne veux pas travailler
Je ne veux pas déjeuner
Je veux seulement oublier
Et puis je fume"


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